Necesidades y Costuras

''Mi infinidad, mi pequeño ''Para siempre''. Pronuncio tu nombre, despacio, lo escribo sin querer. Y sin embargo, te quiero. Más que a nada en el mundo entero, te quiero. Mi pequeña luz, la palabra correcta. La llave que abre todas las puertas. Y sin embargo, estás tan lejos. Que ya ni siquiera puedo escucharte, ya ni siquiera puedo acariciar la sombra que deja tu sonrisa sobre la cama, cuando te vas...''

sábado, 16 de febrero de 2013

Las Historias No Terminan (Hasta Que Empiezan)


Después, crecimos. Me dí cuenta hace poco cuando hablamos por última vez. Y ya habían pasado ocho años desde la primera vez que la vi en Balvanera. En esos años pasó, todo lo que tenía que pasar. Todo. La vida no fue amable con ninguno de los dos. Pero a ella no le quitó la sonrisa. A mi sí. Aunque no el sentido del humor. A ella le dicen siempre que es una mina muy fuerte. Yo sé que no. A mí, a mí me dijeron tantas cosas y todavía espero. ¿Será que todo lo que das, vuelve? Que mal habré hecho. 

Le mentí muchas veces. Me enojé. A veces, creo que la odié. Pero nunca deje de quererla. Aceptar ésto es importante. Pero no tiene significado. La verdad, a veces pienso que lo poco que tuvimos, esas tardes, esas madrugadas, esas caminatas de la mano, tan inocentes. Fue una de las tres cosas buenas que me pasaron en la vida. Que se yo. La verdad... no sé. Las cosas nos cambiaron, nosotros no pudimos.

Así pasó. Cuando era chico me enamoré por primera vez. Sufrí mucho. Y a veces, todavía, duele. Pero no quiero cambiar nada ya. Todo es como tiene que ser. Ella por su lado, y yo por el mio. Al final, el chico no se queda con la chica. Y mejor, sino, sería una mala película de amor. 

(Pide la cuenta.)