Necesidades y Costuras

''Mi infinidad, mi pequeño ''Para siempre''. Pronuncio tu nombre, despacio, lo escribo sin querer. Y sin embargo, te quiero. Más que a nada en el mundo entero, te quiero. Mi pequeña luz, la palabra correcta. La llave que abre todas las puertas. Y sin embargo, estás tan lejos. Que ya ni siquiera puedo escucharte, ya ni siquiera puedo acariciar la sombra que deja tu sonrisa sobre la cama, cuando te vas...''

miércoles, 26 de diciembre de 2012

¿ A dónde vas ?





@Edemedianoche



Espera, no saltes. Dame la mano y caigamos juntos.
Ya sabes, a veces, no sé. Cómo decirte lo que siento. 
No mires hacía atrás, ya sabes que vas a encontrar ahí,
No te asustes, si alguna vez, no contesto el teléfono.
Nadie sabe qué va a pasar mañana. 
¿A dónde vas? Llévame con vos,
no quiero estar solo, si te quedas es mejor. 

¿Sabes? Hay canciones chiquitas. Pero que nos abrazan todos los dolores y nunca estamos solos. A mi me gusta ésta canción. Porque tuve el placer de escribirla y tocarla con mi banda. Porque es chiquita. Porque se parece bastante a ella. Porque nadie quiere estar solo. Porque nadie sabe que va a pasar mañana. Porque a veces, no sé decir cómo me siento. Porque no miro hacía atrás. Porque ya miré. Porque para mí, el amor es darse la mano y caer juntos. Cayendo. Pero juntos. 



(Pd: Versión a la luz de las velas. Acústico)

jueves, 20 de diciembre de 2012

Rompecabezas (El por qué de las piezas)

Como me cuesta dormir de noche.''Rompecabezas''. Intento acordarme en qué momento la escribí. 

Sé que la frase ''Te vas y cubro el sol con mi mano'' La escribí en un mensaje de texto. Es más honesto decir que cubro el sol con la mano, ocultándome detrás de ciertas personalidades que no me pertenecen. Los otros Lucas. ¿Qué finjo ahora?. ¿Seré un actor y no lo sé? Que se yo. No sé mucho de nada. ''Tu silueta desvaneciéndose entre los pétalos blancos''. Ya sé por qué eso.

''Y acá  están desordenadas las piezas de mi vida que es un rompecabezas y no puedo ordenar''. Lo más sincero que escribí. Aunque no es necesario ser sincero para escribir, solo saber fingir. Inventar una impresión. Sacar una foto de un momento y exponerla en una galería de renglones vacíos. 

''Quisiera creer lo que tengo que creer pero no sé por qué no creo''. Ida y vuelta de palabras. Me gusta así. ''Dios ha envejecido''. Me enfrento al vacío de no creer. Aunque alguna vez, iluso e ingenuo, lo intenté. Todavía no llegué a la parte de la salvación. No llegué a esa parte de mi vida. Una vez escuché decir a Rozin que ''El que cree nunca está solo''. Y es verdad. Debe serlo. Quizás sea otro que cubre el sol con la mano. Quizás esté solamente domesticado, amaestrado para creer y no sentirse solo. No sabe como se siente sentirse solo. O tal vez no, y de verdad, crea. Y no esté jamás solo. A mi no me importa estar solo. No me da por esos lados. No sé para qué quiero creer, al final.

''Quisiera entender lo que tengo que entender pero no se por qué no puedo''. ¿Qué decir? Yo no me entiendo. Capaz no sea tan complicado. Seguramente cuando me muestren la respuesta diga : ''Ah, ¿eso era?''.

''Y te busco en un tren sin pasajeros que no se detiene jamás en tu estación''. Cómo odio tu estación. 

''Y te escribo palabras que no recuerdo para decírtelas mientras dormís''. Le hablaba mientras dormía. Es hermoso. Quise escribir una canción hermosa. Pero resultan todas feas. Menos vos. Vos sos la canción más bonita.

''Quisiera encontrar lo que tengo que encontrar pero no sé por que, no sé donde estás''. Qué difícil es extrañarte. 

''Mientras te vas'' Todo pasa mientras te vas. Al final, ¿Te fuiste? ¿O solamente me parece a mí?

No tendría que buscarle un por qué a las canciones. Ya bastantes por qués. No aprendo más. Con las canciones no, lucas, con las canciones no.   














- Eu
- ¿Qué?
- Quédate conmigo
- No quiero estar en otro lugar.

Escrito en un Papel # 7

No me asusta la lluvia. Estoy enamorado de ella. Siempre la amé.

Me quedó el calor de tu mano, en mi mano.

Dios ha envejecido.

Mi amor está loca.

Soy adicto.

¿Me ves?

¿O no me ves?

Te estoy mintiendo.

''Empujame, amor''

Rompecabezas.

No me asustas, te amo.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Lucecitas de Navidad

Me gustan las luces de navidad. Me gustan porque nos visten con otro atuendo. Nos disfrazan de otros. Otros que son más amables. Otros que sonríen si un vaso se rompe, o lloran solamente de amor, ante un abrazo inacabable. Otros. Que no somos nosotros. Nosotros somos feos. Rencorosos. Absurdos y Orgullosos. Lastimados. Rotos. En pedazos. Huimos. Siempre. 



De más pendejo, me gustaba la navidad. Me gustaba porque ya no me gusta. Ahora aprendí. Aprendí que es solamente un pantomima. Casi en blanco y negro, de tan envejecida que está. Ya esos besos que veo, esos abrazos que veo, el ruido de las copas haciendo un brindis horrible, ya no me cautivan. Ahora aprendí la escena. Paso por paso. Dialogo por dialogo. Es una película, si se quiere, de lo más triste y/o espeluznante. La sidra es dulce, las conversaciones ensayadas años atrás  amargas.Me parece una escena tan dantesca. De repente, se me desfiguran todos los rostros. Se convierten en quienes realmente son. Esos que huyen, lastiman. Esos. Ya no alcanzan las lucecitas de navidad para disfrazarnos. Ahora somos quienes podemos ser. No quienes queremos. Ésto no es el país de las maravillas. 

Como sea, me gustan las lucecitas de navidad. Si nos pusieramos lucecitas de navidad más a menudo, ¿Quienes seríamos? 


Primera Impresión De Mi Nombre



...













...











Lucas quiere tantas cosas que no puede . 

Flaquita

La flaquita tiene los pies chiquitos. Pero el corazón grande. Lee los libros que le regalé hace un tiempo. Tienen dibujitos de ella y yo. De una casa con una hamaca en el jardín.
No hace falta dormir para soñar. Me enseñó la flaquita. Más amor en éste mundo no queda. Cuando sus manos acarician mis manos, y me prepara un mate, una tarde cualquiera.
La flaquita tiene los ojos marrones, y los besos, hermosos. Se acerca aún cuando le digo que no lo haga, para abrazarme. A veces, se nos nubla el cielo y empieza a llover. Nos escondemos abajo de la sabana.
Y nada malo de éste mundo nos alcanza, porque estamos juntos.

martes, 18 de diciembre de 2012

Escrito en un Papel #6


Volví a pensar en vos, por casualidad. 
Sucedió una tarde. 


No me preocupé por el ruido del silencio, 
solamente pensaba en ello. 

El amor no tiene garantías. 

Caprichoso es, viene y va, se queda un momento, y se va por 

todos. 

Supongo que estabas en lo correcto. 

Jamás termino lo que empiezo, y nunca estoy dispuesto a tomar 

riesgos. 



Pero te amé igual. 

Y eso tiene que servir de algo. 

Me rodeo de rostros vacíos, en fotos que nadie sacó. 

Te dije que te quería, pero no sé para qué. 

Si pienso en eso, me siento algo tonto. 

La felicidad es un espejismo.

Lluvia Constante (Primer Asesinato)



Un día común. Todo lo que debe suceder, sucede. Aún cuándo sea un día común. Era tarde en la mañana, mientras hervía el agua para el té, y ponía la mermelada sobre el pan tostado. Un día común. Cómo el día de ayer, y el de mañana. Despacio, el sol acaricia los zócalos del suelo de la cocina, el sonido de la mañana silenciosa se interrumpe por el comentario del hombre del clima. Una mañana fresca en buenos aires. Una tarde nublada, con probabilidad de chaparrones intentos y vientos fuertes.
               
             La taza en silencio, espera. El sonido del hervor, inunda los oídos. El saquito de té se disuelve en el agua, cómo las horas en la vida. No escucha los pájaros, ni ve las hojas del otoño. Demasiado frágil para éste mundo, demasiado cruel. Así, despacio y en silencio, se encamina hacía el cuarto. Sobre la cama espera él, vacío y degollado. La noche es el momento perfecto para cualquier crimen, de amor o de odio. Ella lo sabía. Y él no se despertó otra vez con el sonido del hervor, ni escucho los pájaros, ni tuvo que abrigarse para una mañana fresca en buenos aires.
                
            Hueso por hueso, llega el silencio. El amor se desmorona, dejando al rencor en el centro de la escena, iluminada por los años gastados, por los recuerdos muertos, sin alma, que son el último ápice de esperanza, que quizá, sea el peor de los males.  Él no siente el cuchillo cortando sus manos, sus oídos, sus piernas, ni la bolsa fría dónde se guardan. Hueso por hueso, llega el silencio. El tiempo se repite a si mismo, y el sentimiento no se quita de su pecho, ese sentimiento de odio, rencor y desesperanza.
                
           Bajando las escaleras, con cuidado y en completo silencio. Gota a gota se dibuja un rastro de sangre, que lleva desde la habitación en el primer piso hasta el jardín. El jardín más hermoso del mundo. Los pájaros son testigos, testigos de otro día común donde las cosas deben suceder cómo suceden. La bolsa pesada y llena de recuerdos, huesos, órganos y lágrimas roza el suelo, lo que deja casi una impresión fotográfica sobre el césped más hermoso del mundo.
               
         El lugar indicado es siempre dónde nunca ilumine el sol. Por que algunas personas simplemente, no lo merecen. El agua de la manguera moja la tierra, antes de que la pala la penetre, de una vez y para siempre, nunca volverá a ser lo mismo. La tarde es fría, y ella está casi desnuda. Abriendo de a poco un baúl en la tierra dónde arrojar sus detestables restos, los horribles y grotescos recuerdos de un amor odioso. Cuándo el agujero está hecho, con fuerza y en un estallido de lágrimas, lo empuja adentro con sus pies llenos de barro.
      
         Solo los pájaros son testigos de un día común, cuando una mañana fresca se convierte en una tarde fría, y llena de vacíos por toda la casa, e incluso en el jardín más hermoso del mundo. Ahora es momento de empacar, guardar toda su vida en una pequeña valija de color gris con una manija negra. No escuchó ni un solo pensamiento mientras se bañaba, ni cuando se miro al espejo. Incluso cuando vio la cama manchada de sangre.
              
      Caminó despacio hacía la puerta, clac – clac. Pensamiento por pensamiento, paso tras paso, segundo tras segundo, recuerdos brotando por las paredes, como sangre. Los gritos en su cabeza, las voces. En cuanto giro el picaporte, escuchó la televisión que no recordó apagar. Pero eso no la detuvo. Corrió hasta el auto, se encerró dentro, resguardándose de la lluvia fría. Y entonces recordó lo que el hombre del clima dijo, probabilidad de chaparrones intensos y vientos fuertes. Ésta sería, sin dudar, la lluvia más común en un día común, donde las cosas suceden aunque no deban suceder.  

Puerto Abandonado

Mis ojos son picaportes, a través de ellos, podes ver mi cabeza. Mira.¿Ves? Éstas son mis pobrezas. Cada uno elige como lastimarse, ¿No es cierto?. Bueno. Así me lastimo yo. Detrás de esos recuerdos, están escondidos. Pero yo los conozco. Yo los dejé entrar una vez. Y a veces, se alborotan y salen a romper todo. Desordenan mis pensamientos y los ponen en lugares donde no van. Donde no encajan. 

Espera, no te acerques. ¿No ves? Tengo un cartel en la frente que dice ''No navegues hoy''. Así de jodidas están las aguas de mi cabeza. Soy un puerto abandonado. Se acerca una tormenta, ¿No escuchaste al hombre del clima? Va a llovernos fuerte ésta noche. Sería un desastre que una balsa tan hermosa se hunda en éste mar. Naufragarías para siempre, pero no lo vas a hacer por mí, no ésta noche. 

Cuento hacía atrás. Intento la vida. Es otro de mis episodios. ''¿No te parece ya algo aburrido?''. Sé lo que pensas. ¿Pensaste que no me iba a dar cuenta?. Siempre me doy cuenta. Me doy cuenta hasta de mí. Pero cuento para atrás. 10,9,8. Soltame. Dejame que me caiga, y me rompa en pedazos contra el suelo. 7,6,5. Soy como puedo, no como quiero. 4,3,2,1. Estoy soltándome, me voy a caer. Al vacío. Al silencio ensordecedor.

Y cada uno, con sus ángeles y diablos, se vuelve a la cama.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Y viceversa

Me desperté más temprano que de costumbre ésta mañana. Me encontré desordenado en el espejo, con los pensamientos confundidos. De repente, recordé. Como se recuerdan aquellos besos náufragos, aquellas tardes en San Cristobal, aquellos días de la infancia. ''Viceversa''. Algo detrás, me decía que era más que una palabra.

Recuerdo haber leído un articulo en el cuál Joaquin Sabina se presentaba junto a la banda ''Viceversa''. Más ésta no sería la primera vez que me sentiría atraído hacía la palabra. Ya que cuando empecé a escribir mis primeros textos, a menudo, recurría a ella. También recuerdo la tapa de un cuaderno que tenía escrito:''Lucas y viceversa'' varías veces, de distintas formas y en distintos colores. También, había una película con éste nombre pero no la vi todavía.

Pero ésta mañana recordé algo mucho más hermoso. Un poema que leí en mis tiempos de secundaria. Se llamaba ''Viceversa'' de Mario Benedetti. Por aquellos tiempos, tenía una maestra de Lengua y Literatura de la cual todos estábamos enamorados. Una flaca que amaba la poesía. Una tarde, cómo cualquiera otra, me invitó a leer en voz alta aquel escrito, en comparación a novelas que estábamos leyendo, pequeño. Al leer lineas tales cómo: ''Tengo miedo de verte, necesidad de verte, esperanza de verte, desazones de verte'' descubrí que hermosa era aquella simpleza, aquella contradicción. Que hermoso, y triste a la vez, era verme en aquellos versos. Casi cómo un espejo. Recuerdo cómo sus labios finos pronunciaban las últimas lineas de aquel escrito: ''O sea, resumiendo, estoy jodido. Y radiante. Quizás más lo primero que lo segundo. Y también, viceversa.'' Y la quise, más como a una poesía, que como a una mujer. 

Ordené como pude mis pensamientos. Encendí un cigarrillo, y viceversa.