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Temo a las dudas, más que a la verdad.

Sobre La Educación

Estamos encerrados en nuestra educación. Fuimos robados, nos quitaron el alma, nos dieron límites, esquemas, paredes, muros, edificios, costumbres, culturas, amigos, padres, jardines, escuelas, teorías, televisores, parques de diversiones, correas, animales, domingos familiares, pobreza, miedo, miedo, miedo. Secundarias, trabajos, publicidades, rezos, iglesias, relojes, cámaras, control, seguridad, rejas, flores artificiales, navidades, cumpleaños, cementerios, diarios, información, mentiras, verdades, conceptos, pre conceptos  juicios, prejuicios, computadoras, escritura, certezas, dudas, galletitas, cerveza, sexo, sexo, sexo. Avenidas, buenos aires, tristeza, tango, funerales. Palabras, libros, valores, injusticias, instinto, malicia. Desprecio, aprecio, precios, paciencia, impaciencia, ciencia. Fronteras, banderas, canciones de protesta, amor, depresión, soledad, insomnio, torturas, cartas, palancas, autos, formulas, corridas, porno, amigas, cafés, pastillas, ideales, pesadillas, adoraciones, decepciones, sobres, remitentes, revistas, diarios, gentes. Casas, no hogares. Planes, control, planes, control. Pánico  sobras, sombras, obras. Guitarras, tristeza, Blues, rock and roll, droga. Daga, diga, llora. Fabricas, Marx, comunismo, revolución, evolución, Lennon, Darwin, Sabina, Dylan. Andres, Enrique. Maquiavelo, Da vinci. Morrison, Arte. El padrino, el cine, las mafias, las tragedias, las camelias, las amelias, las divinas recaídas. Teatros, espectáculos, salones vacíos, ego, vacío existencial, yogurt light, putas, suegras y compra- ventas. Negocios, carteles, neón, árboles, calles, colectivos, gente. Boletos, máquinas, máquinas, máquinas. Frío, calor, invierno, verano, primavera, otoño. Tibio. La vida, la caída. El último suspiro. Cigarrillos. ¿Y qué, si quién nos enseñó todo, estaba equivocado?

Sobre Él

Y encontrarás a otro idiota, que se parezca bastante a mí,

Que diga mis 'te quiero', pero habrá dudas en ti,

Incluso, te besará con labios desesperados,

Pero sabrás, al fin,

No se quiere dos veces,

En la vida, cómo la primera vez.

Sobre Los Años

Espero haber estado en tu sueño, ese que te despertó ésta mañana.

Los mejores años, esos que a menudo desperdiciamos, anhelando otros, los pasados, que ni tan buenos ni tan santos, pero aún así añoramos.

La sutileza de los años, sin siquiera dejarnos ver cómo pasan, cómo se alejan, se desvanecen dejando sus huellas en nuestros rostros.

No es culpa del beso que ya no siente deseos de besar los labios, que una vez, fueron amados. No es culpa de tus manos, que se me van soltando, de a poco, desesperando. No es culpa del día, que ya no adora más que la distancia con la noche. No es culpa del deseo, sucumbido ante la prisión de lo cotidiano, que cura a los enamorados, aún peor que el olvido.

Crónicas Desde El Abismo: Domingos

Abrázame, aún queda tiempo. Nos resulta tan lejano el horizonte desde acá. Dulcemente tus manos, acariciaron las mías. El tiempo nos ayuda a entender, la vida es un camino, la muerte, otro. No corras tu mirada, necesito mirarte, ahora. Los pedazos que quedaron de los momentos que pasamos, no encajan entre sí, ayúdame, necesito reír. 

Tu pelo acariciando mi rostro, todo termina de la forma menos esperada. Sería triste, conocer el odio. Después de tanto amor, que muere de un disparo, vencido para siempre, por fin. Y yo, que por riqueza no tengo más que éstas tristes canciones, te estoy diciendo que sigas adelante, dejando atrás todo para que el pasado lo convierte en poco más que una foto amarilla.

Los lunes que vi, son tan tristes cómo los domingos. De besos perdidos en la urgencia de lo cotidiano, no nos damos la mano, para cruzar la calle. Estamos solos juntos, juntando soledades para nuestra vejez. Para entonces, quedarnos callados, y adorarnos en la costumbre, de no haber querido más y quererse igual. De esquivarnos los silencios, las miradas, los besos, entonces, vendrán los recuerdos cómo faros difusos en las tinieblas incesantes, de nuestras últimas páginas, en blanco quedarán, sin escribirnos nada.

Corro a tus brazos, desesperado. Necesito tantas cosas que no quiero. Abrázame fuerte, si todavía queda tiempo, sálvame. Sálvame de mí, de las tormentas. Agárrame en tus brazos, y Decime que todo va a pasar. Sálvame cómo mamá, cuando había truenos. No dejes entrar el ruido nunca más, esa tempestuosa calma que me desespera en noches enteras sin siquiera poder respirar. La lluvia calma mi dolor, cayendo despacio pero para siempre. 

Lo siento, pero te quiero. 

Pasado

La sombra de mi pasado se mece, tempestuosa,
Corre el riesgo, ante la vida que nada le impresiona.
Entre mis labios, el recuerdo del último beso,
Frágiles momentos que ya no son,
Si es que alguna vez, fueron.

Soy lo que fui, lo que puedo,
Por momentos, tan vacío, tan incompleto,
Las certezas que me habitan, titubean,
Ante las intuiciones que me desvelan,
Pero todavía no estoy seguro.

Las páginas que leo, quedarán amarillas,
Detenidas por el tiempo, de a poco, perdidas,
Quedaran en el abismo del violento olvido,
Pidiéndote a gritos que me salves,
De todo, y de mi mismo.

Crónicas Desde El Abismo : El Idiota Que Llama A Las Tres De La Mañana

Siento el pasado llegar hasta mí. Me desperté en medio de la noche, no sé cuándo me dormí. Arranqué tu foto de la pared, borré todas tus cartas, y aún así, no te dejo de pensar. Necesito escucharte, por última vez. Otra vez, por última vez. 

Quiero escucharte, déjame llegar hasta vos, te pido. ¿Te enojas si te llamo a ésta hora? Ayúdame, ¿No ves? No doy más. Necesito que me digas que no pasa nada, que no va a doler más. Que ya va a pasar. Atendeme, por favor. Atendeme, te lo pido. Por favor, por favor. 

Te juro. Nada duele igual que escuchar a la operadora decir que el número no está disponible. ¿Con quién estás?¿Dormís? Vos no dormís de noche. Vos sos como yo, yo te atendería. Cien años después, te juro, te atendería. ¿Por qué me haces esto? ¿No me lastimaste bastante ya? 

Doy vueltas en la cama. Soy un idiota no debí llamarte, hubiera sido mejor pensar que pensabas en mí. Que todavía pensabas en mí. Pero no. Tuve que saber, tuve que llamar, tuve que hacer lo que jure no iba a hacer. Ser el idiota que llama a las tres de la mañana. Andres tenía razón. Pero no voy a llamarte, ni escribirte más. No vas a saber de mí, nada. Ni siquiera la muerte.

Amaneció. Te necesito, pero no te quiero. Mentira, te amo.

Crónicas Desde El Abismo

Me adormecí mientras viajaba en el auto. Apoyé mi cabeza contra la ventanilla, y vi cómo giraban las ruedas. Qué felices eramos. Me acordé. Me acordé y me sentí cómo si acordarme fuera lo peor que pudiese hacer por mí, por ella, por todos. Me acordé y me acordé. Sus ojos. Sus rasgos. El sonido de su risa. Escucharla reír con mis chistes, aún cuando fueran pésimos chistes. 

Me acordé de esas tardes, que casi anochecían, que me enamoraba, que me seducía, tanto y tanto. Le escribí tantas poesías cómo pude, siempre hicimos lo que pudimos. ¿Fue mucho o poco? No sé. Nunca supimos, ¿Cómo íbamos a saber? ¡Quién iba a decirlo!

Abrí los ojos, y ya no estabas. Me reí por que sí. Y no pude volver atrás. Le escribí pero no contesto. Me enojé otra vez. Pero cómo la extraño. Voy a dormir un rato, estoy cansado. Fue un recital tranquilo, pero yo estoy cansado. No debería ser tan débil. Perdón, no te escribo más.

Puede Que El Camino Sea Muy Largo O Más Corto De Lo Que Pensás.

A nadie importa la dirección que sigas,
Por más que digan que está mal,
Mientras que no te detengas,
No escuches lo que digan.
Nadie tiene que saber qué estás pensando,
No dejes que te convenzan jamás,
Es probable que estés equivocado,
Pero nunca mires atrás.
No importa dónde vayas,
Procura no detenerte jamás,
Puede que el camino sea muy largo,
O más corto de lo que pensás.

Adioses II

''Se lo comió un monstruo gigante,
Que aparecen de vez en cuando.
Las canciones, los enigmas,
Los nombres, las avenidas,
Los bares, los altares,
Los recuerdos, los terrores,
El insomnio, los temores,
El cigarrillo, y los abismos,
El filo del cuchillo, la traición,
La duda, la esperanza, la ilusión,
De a poco, es otro rostro,
En la multitud.

Las poesías, las recaídas,
Las esperas, las sillas vacías,
Lo recurrente. Lo que cree.
Lo que espera. Lo que da.
Lo que merece. Lo que no es.
Lo que no merece. Ni agradece.
Lo que dice, lo que calla,
Lo que piensa, lo que engaña,
Lo que ríe, lo que llora,
Lo que es todo,
Pero ya no es más.''

Adioses

Cuando escuchó el timbre esa mañana, ya sabía quién estaba detrás de la puerta, lo estaba esperando desde hace mucho. Se miro al espejo, y por última vez, se vio. Se puso su camisa, y un pantalón de vestir. Despacio, buscó y ató sus zapatillas. Camino por el pasillo. Dejó una carta. No importan las canciones. Abrió la puerta, y nadie volvió a verlo nunca más.

''Se lo llevó un monstruo gigante,

No está en ninguna parte,

No puede ser quién ya no es.''

El final

No hay más tiempo para mí,

No pude creer, 

Es el final.

La canción que amé,

Y ya no puedo escuchar,

Fuiste tan cruel.

La sombra que dejas,

Cuando te vas,

Y yo me quedo,

Me asusta de noche.

Es tan dificil creer,

Cuando no sabes,

Qué es creer.

La última vez,

Dije, La última vez,

Fuiste tan cruel.

La Niña Olvidó Su Muñeca

Se quiebra de a poco su voz, 
Por las palabras que olvida.
Llega casi imperceptible,
Se queda para siempre.

Las arrugas en mi rostro,
Ensombrecen mi juventud.
Más ya no seré otra vez,
Más que lo que pueda.

Dame tus manos, 
¿No ves que estamos solos?
Nadie puede oírnos,
En la tormenta.

Y te busco aunque sepa,
Que no voy a encontrarte.
Pero es la única forma,
Que encuentro,
Para seguir adelante.

El tedio calló sus suspiros,
Bostezando tristemente.
Ahora dice que está sola,
Pero nadie le cree.

La niña se esconde bajo sus sabanas,
Tiene miedo ésta noche.
Debajo de su cama, oyó un ruido,
No teme todavía al silencio.

Duermen las flores, aún muertas,
Esperan para siempre.
Los placeres de la ignorancia,
Que aún no conocen, ni agradece.

Se ríe de a poco, y por poco,
Casi tiembla, y cree en todo.
Las puertas la perciben,
A las sombras de su silencio.

Su imaginación la entristece,
En las hamacas que se mecen,
Se encuentra extraviada,
Olvidó su muñeca desde siempre.

No llores, por favor,
Pedime cuanto quieras,
Pero no llores,
Nunca haré menos 
de lo que pueda.
Nunca seré más
De lo que pueda.

Poesía Escrita En Una Pared

A penas puedo creer,

Pero lo intento.

A penas puedo seguir,

Pero lo intento.

Cómo puedo,

Intento.

Y tantas cosas que no quiero,

Soy.

Es lo de menos, 

Respirar,

Empapado de dudas,

Soportar,

La lluvia incesante,

Y así,

Así es vivir,

Muriendo

De a ratos.

Y tantas cosas que no puedo,

Soy.

Y tantas cosas que no fueron,

Soy.

Posible Autorretrato

La vida es un momento y luego, adiós.