Necesidades y Costuras

''Mi infinidad, mi pequeño ''Para siempre''. Pronuncio tu nombre, despacio, lo escribo sin querer. Y sin embargo, te quiero. Más que a nada en el mundo entero, te quiero. Mi pequeña luz, la palabra correcta. La llave que abre todas las puertas. Y sin embargo, estás tan lejos. Que ya ni siquiera puedo escucharte, ya ni siquiera puedo acariciar la sombra que deja tu sonrisa sobre la cama, cuando te vas...''

martes, 23 de abril de 2013

Te amo porque

















Te amo porque sos inalcanzable. Porque me doles donde nadie antes había dolido. Te amo porque eras la voz de mis silencios, el eco de mis errores, porque ya no sos más que un recuerdo difuso, apagado, entre  las palabras extraviado, alejado para siempre de tus brazos.

Te amo porque sos un sueño que no recuerdo, que tengo la sensación de haberte soñado, o no. O estaba despierto, y todo fue realidad, tengo que afrontarlo, seguir cómo pueda, hacía donde sea, cómo sea. O, tal vez, ¿será mejor creer que no eras más que un sueño?

Te amo porque ya no me amas, y no podes cuidarme. Porque me dejaste caer, porque me odias, y escupirías mi nombre si estuviera escrito en un papel. Te amo aunque te duela, aunque me duela que me odies, no me olvidas, y para mí, ese es el único lugar dónde no lloro. Si no me olvidas, si aunque sea me odias, yo voy a poder seguir adelante, sabiendo que de vez en vez, te robaré un instante de tus labios, cuando pronuncien mi nombre para maldecirlo. Y en tu recuerdo, que de tanto recordar, alguna vez, será, quizás, menos doloroso. 

Quizás recuerdes las tardes, las noches, las palabras, los poemas, las canciones. Puede que elijas recordarme joven, tierno y amable. Aunque los dos sabemos, puedo ser también el odioso idiota que te dice que te vayas por esa puerta y no vuelvas a mirarme nunca más a los ojos. Puede que ni me recuerdes, ni bien, ni peor, ni mejor, ni mal. Puede que nada signifiquen para vos, los días, las noches, los poemas o las canciones, pero tus manos, que alguna vez me sostuvieron, me recuerdan. Yo sé. 

Te amo porque te fuiste, porque tuviste el valor que a mi me falta. En el hueco de mi pecho, dónde debiera haber un corazón, hay un espacio vacío, que espera pacientemente, a que llegue ese sentimiento y me alejes de éstos pensamientos en mi mente.