Necesidades y Costuras

''Mi infinidad, mi pequeño ''Para siempre''. Pronuncio tu nombre, despacio, lo escribo sin querer. Y sin embargo, te quiero. Más que a nada en el mundo entero, te quiero. Mi pequeña luz, la palabra correcta. La llave que abre todas las puertas. Y sin embargo, estás tan lejos. Que ya ni siquiera puedo escucharte, ya ni siquiera puedo acariciar la sombra que deja tu sonrisa sobre la cama, cuando te vas...''

martes, 23 de abril de 2013

La fragilidad de un momento










Siempre fue. Lo que pasó. ¿Te preguntaste cuánto dura una sonrisa? ¿Un abrazo? ¿Un beso? ¿Una caricia? No se puede disfrutar de eso, sabiendo que de un momento a otro, se va a perder, para siempre, en el pasado, dejando un espacio vacío, que intentarán cubrir otras manos, otros besos, otras palabras. ¿Cómo saber si son sinceras? ¿Cómo no creer que todo es una mentira? ¿Cómo se hace para ser feliz? ¿Cómo se cambian unas manos por otras? ¿Unos labios por otros? ¿Soy el único que no entiende cómo funciona la vida? ¿Y si eso no es la vida? También me lo pregunte. 


Me pregunto muchas cosas. No contesto casi ninguna. A menudo, estoy en medio de él, del otro y de mí. Uno casi sabe lo que quiere, casi se arriesga, casi lo logra. Uno es un ''Casi''. El otro es un cobarde, un idiota. Una persona que puede dejar todo por entretenerse con las luces de las avenidas, con las mujeres de besos fugaces, de amigos que se pierden cuando amanece. Un cobarde con suerte. Y yo, estoy viejo. Envejezco a cada día, diez años. Me siento inútil  inseguro, tan frágil cómo un momento. Siempre escondo todo detrás de la duda, del miedo. Tengo mucho miedo, y poco de otras cosas. Tengo muchas formas de escaparme. Algunas que todavía no conozco. Me aburro, y me voy. Me quedo, y no estoy. Soy un desastre, que te ama, te odia, pero te necesita tanto, tanto, tanto. 

No es un secreto, la vida a mí, me resulta incomoda, insoportable, sin sentido.