Necesidades y Costuras

''Mi infinidad, mi pequeño ''Para siempre''. Pronuncio tu nombre, despacio, lo escribo sin querer. Y sin embargo, te quiero. Más que a nada en el mundo entero, te quiero. Mi pequeña luz, la palabra correcta. La llave que abre todas las puertas. Y sin embargo, estás tan lejos. Que ya ni siquiera puedo escucharte, ya ni siquiera puedo acariciar la sombra que deja tu sonrisa sobre la cama, cuando te vas...''

lunes, 11 de marzo de 2013

Crónicas Desde El Abismo

Me adormecí mientras viajaba en el auto. Apoyé mi cabeza contra la ventanilla, y vi cómo giraban las ruedas. Qué felices eramos. Me acordé. Me acordé y me sentí cómo si acordarme fuera lo peor que pudiese hacer por mí, por ella, por todos. Me acordé y me acordé. Sus ojos. Sus rasgos. El sonido de su risa. Escucharla reír con mis chistes, aún cuando fueran pésimos chistes. 

Me acordé de esas tardes, que casi anochecían, que me enamoraba, que me seducía, tanto y tanto. Le escribí tantas poesías cómo pude, siempre hicimos lo que pudimos. ¿Fue mucho o poco? No sé. Nunca supimos, ¿Cómo íbamos a saber? ¡Quién iba a decirlo!

Abrí los ojos, y ya no estabas. Me reí por que sí. Y no pude volver atrás. Le escribí pero no contesto. Me enojé otra vez. Pero cómo la extraño. Voy a dormir un rato, estoy cansado. Fue un recital tranquilo, pero yo estoy cansado. No debería ser tan débil. Perdón, no te escribo más.