No me hables al oido.
No me gustan tus palabras.
Son feas, vacías y tontas.
Nadie puede quererlas cerca,
Ni lejos, ni ahora,
Ni nunca.
No mezas mi silla,
No actues desprevenida,
No creas lo que digan,
No soy tuyo, ¿Entendes?
Ni lejos, ni después,
Ni siquiera, tal vez.
Con un ligero movimiento de dedos,
Se mueven los hilos,
Y las marionetas hablan así.
Así.
Así.
No! Aléjate de mis pensamientos,
No los toques nunca más.
No me preguntes si lo entiendo,
NO! NO! NO!