Buenos aires. Las luces de los negocios de la avenida, están encendidas. Siempre. Se siente tan sola ahora. Buenos aires. Las chicas salen a bailar, los chicos salen atrás. Todos buscan encontrarse, de una vez. El ruido no deja dormir a los vecinos. Los taxis esperan. Siempre te esperan, las calles abiertas de par en par. Todos buscamos encontrarnos, o no perdernos tanto. Buenos aires. Otra vez. Deshecha de promesas de noches fantásticas, y las mismas mañanas para todos. El mismo sol para todos. Las mañanas son promesas rotas para unos, y besos desesperados para otros. Todos vuelven a salir, vestidos con su rutina, y su nombre, y su papel. Actores, nada más ni nada menos. Los puestos de diarios, abren y barren los restos de nuestros cigarrillos. No podemos dormir en la puerta de éste edificio, mejor volvamos a casa. La importancia, no es importante.