Se llamaba Soledad y estaba sola
como un puerto maltratado por las olas
coleccionaba mariposas tristes
direcciones de calles que no existen .
Cómo nos cambiaron las cosas, y nosotros no pudimos cambiar ni siquiera una. Me quedó Joaquín. Una madrugada pronta a amanecer, con la radio a volumen medio. Y me sé todavía la canción que te canté. Vos también te acordas. Los años nos dejan algunas preguntas que nos mentienen despiertos la noche entera, la vida entera. Va a empezar a llover. Yo lo sabía.