Las rosas del jardín,
No volverán a crecer.
No escucharé tus pasos,
El sonido de tu voz,
Poco a poco,
Será solamente un eco,
Que, en el silencio,
Recordaré.
El tiempo de las primaveras,
Ya no vendrá.
No conoceremos más,
Los veranos del amor.
Tendremos que guardar,
En nuestro cajón,
Lo que no trajimos,
Ni podremos llevar.
Tus lágrimas, cómo pétalos,
cayendo para siempre.
Tus manos, sueltan las mías,
Siempre duelen las despedidas.
Tus lágrimas, cómo pétalos,
cayendo para siempre.
Tus manos, sueltan las mías,
Siempre duelen las despedidas.