No se pueden saber todas las respuestas. Ni hacer todas las preguntas. No se puede creer, sin resignarse un poco. Y es que no se puede cambiar quienes somos, pero ¿quién se va a dar cuenta que ésto es un disfraz? Más cuando es uno tan feo.
Prefiero el abismo, siempre. Te conocí así, y así te olvidaré. Lejos. Lo inalcanzable es siempre más seductor. El tiempo que perdí, los amigos que dejé. Volver nunca es lo mismo, cuando no te fuiste a ningún lado, ni sabes por qué te fuiste. La vida es una contradicción constante. Un quizás, un tal vez.